Según un estudio publicado por la revista británica Gut, existen bacterias orales, en su mayoría presentes en las enfermedades periodontales, que están relacionadas con el desarrollo del cáncer de páncreas. El hallazgo podría permitir, a través de la alteración del equilibrio de las bacterias, detener el avance de uno de los cánceres más complejos de tratar. Se propaga muy rápido y tan sólo uno de cada 20 pacientes sobrevive cinco años después de ser diagnosticado. Los científicos sugieren en el estudio que los niveles de ciertas bacterias podrían utilizarse como prueba de cribado no invasivo, para la detección temprana de esta enfermedad, que no muestra síntomas claros en sus primeras etapas.
En el trabajo se realizó una comparación inicial de la bacteria presente en la saliva de diez pacientes con cáncer de páncreas (aún no extendido) y la de diez personas sanas, segmentadas por edad y sexo.