Las células leucémicas pueden infiltrar la encía y con menor frecuencia el hueso alveolar, lo que suele traer como resultado un agrandamiento gingival.Este consiste en una infiltración de células leucémicas en el corion gingival, el cual crea falsas bolsas en donde se acumula la placa bacteriana. Esta inicia una lesión inflamatoria secundaria, que también contribuye al agrandamiento de la encía. Se describen diversos grados de inflamación gingival, ulceración y necrosis. Al principio la encía aparece de color rojizo intenso con un margen gingival redondeado, tenso. Luego se produce un aumento de tamaño en la papila interdental, cubriendo en parte las coronas de los dientes.
En pacientes de edad avanzada se pueden observar estomatitis causadas por bordes filosos de prótesis desadaptadas, acciones traumáticas, etc., llegando a producir en algunos de ellos celulitis facial y septicemia. Estas úlceras son el resultado de la invasión bacteriana debida a la leucopenia grave, o atrofia de la mucosa causada por efecto directo de fármacos quimioterápicos. En la leucemia se altera la respuesta a la irritación, por lo que los componentes celulares del exudado inflamatorio son diferentes en cantidad y calidad de los que se observan en individuos sanos.
Además de las células inflamatorias usuales, hay infiltración pronunciada de células leucémicas inmaduras en ganglios, bazo, etc. Esto se traduce en cambios degenerativos de
la encía anteriormente mencionados como: tonalidad rojo azulada y consistencia marcadamente esponjosa, y lo que es muy importante, con gran capacidad de hemorragia persistente ante un estímulo ligero o en forma espontánea. Esto último podría llegar a ser un signo patognomónico de alerta, en el momento de la inspección clínica. Esta tendencia hemorrágica se manifiesta en la piel y en toda la mucosa bucal, en donde se encuentran petequias.
Este tejido alterado y degenerado es susceptible en extremo a la infección bacteriana, encontrándose con frecuencia necrosis gingival y formación de pseudomembranas, llegando a constituir verdaderas lesiones de gingivitis ulceronecrotizante aguda. Conforme avanza la edad se altera la reacción del huésped a los microorganismos de la placa y las reacciones inflamatorias de la encía son más pronunciadas. Todos estos cambios bucales producen trastornos sistémicos: pérdida de apetito, náuseas,, pérdida de sangre por la hemorragia gingival persistente, toxemia, septicemia, dolor. En la leucemia crónica son poco frecuentes los agrandamientos gingivales.
El tratamiento periodontal durante la fase aguda de la enfermedad consiste en la eliminación de los irritantes locales y el control de placa ( siempre hallándose estos bajo control y o consulta médica). En el caso de adultos mayores se complica en general, entre otras cosas por el tema de la falta de motricidad ( a veces alterada) o bien por el mal hábito en la técnica de cepillado, que ya después de tantos años es difícil de modificar.
Fuente: Dra. Martínez Sonia, Dr. Leone Francisco, Dr. Carlos Soratti
Fuente: Dra. Martínez Sonia, Dr. Leone Francisco, Dr. Carlos Soratti