Actualmente, un estudio realizado por la Universidad de Pisa, en Italia, descubrió que tal idea no es tan cierta como parece, ya que el bostezo es un acto que se transmite con mayor facilidad en familia que en personas desconocidas.
Para lograr tal conclusión, la investigación analizó a 109 hombres y mujeres provenientes de Norteamérica, África, Asía y Europa, quienes fueron observados por un grupo de investigadores, con el fin de contar el número de veces que bostezaban al día y bajo que contexto lo hacían. El estudio duró 12 meses.
Al finalizar la observación, se contabilizaron 480 bostezos, de los cuales, la mayor cantidad fueron producto de una respuesta a un bostezo originado por algún miembro de la familia. De manera contrastante, los participantes no bostezaban de manera frecuente cuando un amigo o un desconocido lo hacían.
Para Elisabetta Paligani, encargada de realizar el estudio, expresa que la idea de que el bostezo es contagioso es parcialmente errónea, ya que las personas tienden a bostezar, no como un signo de cansancio, sino como una forma de expresar su empatía, en especial, si se trata de un familiar.
Bostezar no es un acto contagioso, es una muestra de empatía con la famila
El bostezo y la salud humana
El bostezo no sólo es un acto de empatía, varios investigadores han señalado que este tipo de acción tiene grandes beneficios para la salud humana. Uno de los atributos que tiene el acto de bostezar es de mejorar el flujo sanguíneo hacia el cerebro, permitiendo así su óptimo funcionamiento.
Además de mejorar la circulación, el bostezo es un acto que permite enfriar al cerebro y regular su temperatura, esto debido a que el aire que es introducido es intercambiado por el calor que se producido en la zona cerebral, refrescando así la cabeza.
Sin duda, la investigación muestra una nueva forma de entender el bostezo, ya que, más allá de ser un signo de cansancio, es una manifestación de empatía que tienen los seres humanos.