Comer de noche, además de generar unas libras demás, incrementa los riesgos de pérdidas dentales según una investigación, llevada a cabo por científicos daneses, que llevaron registros de unos 2.200 personas adultas en edades comprendidas entre los 30 y 60 años.
En el estudio se demostró que las personas que comen de noche un cuarto de las calorías diarias, y que suelen comer bocadillos nocturnos, al menos dos veces por semanas, reportaron pérdidas de dientes en un período de seis años.
El estudio tomó en cuenta la edad de los pacientes, el estado de salud, sí eran diabéticos, fumadores, los niveles de consumo de azúcares y carbohidratos.
En la investigación concluye que las personas que comen de noche producen menos saliva para remover los alimentos de la boca. Por ello, los dentistas siempre recomendamos a los pacientes observar su comportamiento alimenticio nocturno, y siempre cepillarse los dientes antes de ir a la cama.
FUENTE: Dr. Mark Zahler
