La enfermedad periodontal es una infección bacteriana caracterizada por una inflamación de los tejidos de soporte del diente, que tiene como consecuencia en su versión más grave, la periodontitis, una reabsorción del hueso alveolar así como pérdida de inserción periodontal y la pérdida dentaria. Constituye la segunda causa de desdentación en los adultos, inmediatamente detrás de la caries. Al igual que la osteoporosis, la periodontitis tiene una etiología multifactorial.
Los factores de riesgo asociados son el acúmulo de placa bacteriana en el que juegan un papel muy importante los microorganismos (principalmente Porphyromonas gingivalis, Prevotella intermedia y Bacteroides forsythus) y una respuesta anormal por parte del huésped, como por ejemplo una alteración del sistema inmune.
Desde hace ya tiempo se conoce el importante papel de los mediadores de la inflamación en los procesos periodontales. En este sentido, es un hecho importante el papel que juega la interleukina-l-beta en el desarrollo de las enfermedades periodontales. El hecho de haberse encontrado una elevada cantidad de esta sustancia en el fluido crevicular adyacente a lugares de inflamación gingival, la acción destructiva sobre el periodonto de la misma y la frecuente aparición de macrófagos en las superficies de las crestas alveolares que han sufrido un proceso de reabsorción, han sugerido la posible implicación de esta interleukina-l-beta en la patogenia de las periodontitis .
Fuente : Rosala Frutos , Sonia Rodrguez , Luca Miralles, Guillermo Machuca .