viernes, 16 de diciembre de 2011

Como Solucionar el Miedo al Dentista

Pin It Ahora!

El miedo al dentista es quizá uno de los temores relacionados con la sanidad que se encuentra más extendido. Admitámoslo, a casi todos nos da un poco de miedo visitar al dentista. O por lo menos nos incomoda bastante.

A pesar de todos los  avances técnicos, parece imposible dejar de relacionar la visita al dentista con una experiencia dolorosa. Un fenómeno especialmente presente entre los niños, pero que puede prolongarse perfectamente hasta la edad adulta. De hecho la odontofobia es una de las fobias más importantes en nuestros días,  una fobia que provocará que aquella persona que la padece trate de retrasar la visita al dentista mediante cualquier excusa que pudiera llegar a imaginar. Los pacientes aquejados de odontofobia realmente solo van al dentista cuando su problema se vuelve del todo insoportable, y aun así la visita para ellos acaba resultando algo casi traumático.
 
A pesar del uso de sedantes o anestesia, prácticamente todo lo relacionado con las consultas en el dentista nos produce una cierta ansiedad, sobre todo a los niños: el aspecto del instrumental, el sonido que produce, incluso los olores. Por no hablar de la incómoda posición que el paciente debe mantener. Estas sensaciones pueden quedar grabadas en el niño permaneciendo toda la vida.


Existen no pocos estudios destinados a reducir esta ansiedad relacionada con las visitas al dentista, sobre todo centrados en el paciente infantil. Las conclusiones más recientes indican que más que hacer hincapié en el uso de sedantes, conviene crear un ambiente lo más tranquilizador posible en el que el niño se encuentre relajado.



La conversación en este sentido resulta fundamental, se debe hablar con el niño, bromear incluso. Hay que mantener una buena comunicación en todo momento, desde la bienvenida, hasta el momento de la despedida. Explicar que es lo que se está haciendo en cada momento también contribuye a tranquilizar al paciente pues en muchas ocasiones es casi más inquietante el temor nacido de la incertidumbre, que cualquier sensación desagradable que pudiéramos llegar a sentir.

Una música ambiente de tipo relajante también parece influir muy positivamente en la actitud del paciente frente a la visita al dentista, así como una correcta iluminación. Los sistemas más comunes de iluminación en las consultas de un dentista implican lámparas fluorescentes enfocando directamente a la cara del paciente. Algo incómodo que no resulta en absoluto tranquilizador. En este sentido son más eficaces sistemas de iluminación focalizados en la boca del paciente, y no en toda su cara.  Si el paciente es un niño pequeño puede ser buena idea que en las primeras sesiones se encuentra acompañado por sus padres para que así mantenga una cierta sensación de protección.

También contribuirá a tranquilizarlo.

Cargando...