Hoy se vivirá una nueva edición de La Hora del Planeta. La consigna, adoptada en 125 países, consiste en realizar un gesto sencillo pero de gran trascendencia: apagar las luces durante una hora: desde las 20.30 hasta las 21.30. Autoridades de diferentes países han confirmado que íconos mundiales como la Gran Muralla China, la Torre Eiffel y la cúpula de San Pedro en Roma se quedarán sin luz durante este periodo.
Con este apagón se busca internalizar en el pensamiento de la gente que el uso de energía está relacionado con el calentamiento global, pues cada vez que se prende una bombilla o se utiliza algún aparato eléctrico se emite gases de efecto invernadero; pero también para darnos cuenta de que todos podemos contribuir al cuidado del medio ambiente con pequeñas acciones, y esta segunda consecuencia es, sin duda, la más importante.
Se trata de una campaña iniciada en 2007, a la cual se sumó la ONU dos años después, y que tiene por objetivo respaldar las acciones internacionales frente al cambio climático.
Este año la organización mundial desconectará sus luces en solidaridad con el 20 por ciento de la población mundial que no tiene acceso a la electricidad, declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Dijo que la Hora del Planeta constituye un símbolo del empeño por lograr la meta de "energía renovable para todos", objetivo que la ONU impulsará en la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) en junio próximo.
Necesitamos alimentar nuestro futuro con energía limpia, eficiente y asequible, actuando juntos hoy podremos contar con un mañana brillante, apuntó.
La campaña consiste en el apagado de todas las luces no esenciales durante una hora a partir de las 20:30 horas del sábado en las sedes de organizaciones, viviendas, edificios públicos y en todo tipo de instalaciones.
