Una de las fobias más extendidas en todo el planeta es la odontofobia o fobia al odontólogo. Se cree que casi el 10% de las personas la padece y prefieren soportar un horrible dolor antes que someterse a un tratamiento odontológico.
En realidad, casi todos hemos experimentado este temor en algún momento de nuestras vidas, esto debido principalmente a la ignorancia acerca de las prácticas odontológicas o a malas experiencias anteriores. Estas técnicas han evolucionado mucho en cuanto al sufrimiento que ocasionan sobre los pacientes en los últimos tiempos. En primer lugar, un buen odontólogo debe estar capacitado para brindar confianza a sus pacientes y ayudarlos a vencer esta fobia, aunque más no sea, ofreciéndoles sedación o hipnoterapia.
Las nuevas técnicas permiten colocar implantes en una sola sesión, incluso, en una hora, en lugar de los meses que debían aguardarse inicialmente. Por otra parte, la informática y el diseño 3D permiten planificar las intervenciones quirúrgicas con un mínimo de lesión al tejido, lo que redunda en cicatrizaciones más rápidas, menos dolor y sangrado, además de la reducción de los plazos de inserción ósea de los implantes.
Los materiales odontológicos modernos permiten realizar coronas, puentes, carillas (fundas) biocompatibles, sin emplear metales, con materiales transparentes o translúcidos muy similares a los dientes naturales. Los que más han evolucionado son las carillas o fundas, que logran mejorar de forma increíble el aspecto de los dientes mediante la adhesión de finas láminas de material cerámico que se fijan al diente para corregir su forma.
Uno de los elementos que juega un papel principal en la odontofobia es el temor a desmejorar el aspecto físico debido a los tratamientos, como ocurría antiguamente con los tan odiados puentes, que daban a las personas un aspecto nada atractivo y que fuera durante muchísimo tiempo objeto de burlas. Actualmente, los materiales modernos permiten realizar puentes internos en materiales transparentes y muy confortables, eliminando las terribles molestias de estos aparatos y disimulando su uso.
Por otro lado, la práctica odontológica ha evolucionado en su trato con el paciente, haciéndola más humana, donde los odontólogos demuestran una gran preocupación por evitar sufrimientos tanto físicos como psicológicos a sus pacientes. El desarrollo de nuevas anestesias contribuye a que los tratamientos se puedan brindar de forma indolora y ocasionando la menor agresión hacia el organismo.
Por eso podemos afirmar que la mejor manera de eliminar la fobia al dentista es informándote acerca de los procedimientos odontológicos y como es natural, hablando con tu dentista.