Las rupturas nunca son fáciles, pero seguro que Marek Olszewski no esperaba que la suya terminase con todos sus dientes en un cajón. El desafortunado joven acudió a la consulta de su ex pareja Anna Mackowiak, a la que había dejado unos días antes, con unas molestias sin mayor importancia y salió de alli con la cabeza vendada y 32 dientes menos.
Marek necesitaba cirugía para solucionar un presistente dolor de muelas, pero Anna le puso una fuerte dosis de anestesia y le quitó todos los dientes, según informa el 'Daily Mail'.
A continuación, envolvió su cabeza y la mandíbula en un vendaje para evitar que abriese la boca y le dijo que había habido complicaciones y que tendría que consultar a un especialista.
La dentista, que trabaja en Wroclaw, Polonia, declaró que “intenté ser profesional y no dejarme influir por mis emociones, pero cuando le ví allí tendido, sólo pensé: qué cabrón”.
Olszewski señaló que “supe que algo iba mal porque cuando me desperté no podía sentir ningún diente y mi mandíbula estaba atada con vendas, cuando llegué a casa y me miré en el espejo no lo podía creer. Me había vaciado la boca".
(Fuente: Antena3.com)