viernes, 21 de octubre de 2011

Odontología en Pacientes Adultos Mayores

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Si consideramos el inicio de los años 80 hasta el principio del siglo XXI hay un crecimiento de la población añosa en más de un ciento por ciento. Algunos autores evalúan al envejecimiento como un proceso biológico, otros como un proceso patológico y algunos otros como un proceso socioeconómico o psicosocial. Uno de los principales criterios utilizados para valorar la salud de una persona de edad es el estado de su dentición natural, saludable y funcional, incluyendo todos los aspectos sociales y beneficios biológicos, tales como la estética, el confort, la habilidad para masticar, sentir sabor y hasta la capacidad de comunicación a través de la palabra.

Fisiología del envejecimiento oral: Así como sucede en todo el organismo, las estructuras bucales sufren los efectos del envejecimiento, de tal manera que los tejidos de la cavidad bucal reflejan las alteraciones de la edad. Los dientes se diferencian de los demás componentes calcificados del esqueleto por su interacción con el medio externo y por la ausencia de intercambio químico activo, que constituye parte de la fisiología básica del huevo. Varias son las adaptaciones fisiológicas que se procesan durante el ciclo de la dentición normal y que su evaluación, prevención y tratamiento está a cargo de la Odontología Geriátrica, Las más importantes son las siguientes:

- El desvío de las piezas dentarias provocada por las fuerzas de oclusión bucal
- Las alteraciones del color de los dientes : más oscuros, tonalidades de amarillo, castaño o ceniza
- Mineralización de los conductos dentarios por calcificación progresiva, con la consiguiente reducción de permeabilidad y aumento de la sensibilidad y hasta aparición del dolor dental en personas de edad
- Reducción de la cámara pulpar, debido a la continua deposición de dentina en las paredes internas de la cámara durante toda la vida de un diente normal.
- Los tejidos de soporte, conocidos como tejidos periodontales, sufren retracción clásica de de la superficie dentaria. La estructura de tejido gingival clínicamente saludable no presenta alteraciones de epitelio relacionadas con la edad, a la vez que la submucosa revela una reducción de la masa celular, con aumento del tejido fibroso.
Las mucosa bucal refleja con el tiempo, numerosos procesos de envejecimiento. Hay regiones donde se halla un epitelio senil, adelgazado y más vulnerable a los traumas: Esta situación es creada por la reducción de su espesor y a la disminución de de la masa celular, que sugiere un estado de deshidratación progresiva del tejido, por pérdida del agua intracelular. La lengua con los años, comienza a sufrir ciertas alteraciones en sus estructuras básicas y las alteraciones en su superficie por pérdida de las papilas son evidentes. Se verifica el estado de atrofia de las papilas por el aspecto liso de su superficie, pudiendo existir hasta fisuras. Estas alteraciones provocan una disminución del sentido del paladar, con una consiguiente pérdida del apetito, que puede derivar en problemas nutricionales.

Además, las personas de edad generalmente usan prótesis dentarias, y por ello tienen solamente 1/6 de eficiencia de la mordida de personas con dientes naturales. Por ello, las personas con prótesis totales tienden a consumir alimentos blandos, fácilmente masticables, pobres en fibras y generalmente con pobre calidad nutricional. Hay un factor importante para el mantenimiento de la salud bucal y es la presencia de un volumen de saliva en la cavidad bucal. En la tercera edad es común la disminución en la secreción de las glándulas salivales. Esta reducción del flujo de saliva, reduce la humedad de los tejidos de la cavidad bucal, que afecta la movilidad de la lengua y a su vez la deglución de los alimentos. Hay evidencias que existe en estos casos una reducción del 75% de la actividad enzimática de la saliva en personas mayores de 60 años.


Fuente : Escuela Médica
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