jueves, 5 de enero de 2012

Conociendo la Xerostomía

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Se conoce como boca seca, boca ardiente, hiposalivación o incluso, como la define la Federación Dental Internacional, 'la enfermedad del hombre moderno'. La xerostomía se caracteriza por la disminución del flujo salival y está ocasionada por ciertos medicamentos, por la radioterapia que se aplica en la zona de cabeza y cuello, o bien por ciertas enfermedades autoinmunes.
La saliva es esencial para mantener una boca saludable, por lo que cuando el flujo normal se ve reducido pueden aparecer problemas para masticar, tragar, saborear los alimentos o incluso hablar. Algunos de los síntomas más frecuentes de esta alteración son la sensación de ardor y dolor en la lengua, boca reseca, la aparición de fisuras en la comisura de los labios, el aumento de la sed o la dificultad para ponerse la dentadura postiza en el caso de pacientes que ya no conservan sus dientes. Uno de los primeros signos que observan estas personas es que la saliva se vuelve espumosa y viscosa.

Además, la incapacidad de la boca para mantenerse limpia contribuye a la aparición de caries (que se forman en apenas unas semanas) y otras enfermedades periodontales, como la gingivitis. También se acumula la placa dental debido a la incapacidad del flujo salival para arrastrar las bacterias y a la reducción de las proteínas antimicrobianas que la saliva lleva generalmente a la dentadura.
"Hasta hace poco se creía que la xerostomía era exclusiva de las personas de la tercera edad, pero estudios realizados en norte de Europa demuestran que entre el 20% y el 30% de la población tiene esta patología que puede acabar con los dientes", ha señalado Jorma Tenovou, especialista de la universidad finlandesa de Turku, a su paso por un simposio sobre este tema celebrado en Madrid. Unos datos similares a los que se registran en Estados Unidos, donde hasta el 42% de la población experimenta este problema.
Según el presidente de la Sociedad Española de Medicina Oral, Antonio Bascones, el elevado consumo de antidepresivos, así como el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco podría explicar el aumento de personas que sufren este síntoma.

Causas

De hecho, el consumo de ciertos fármacos es la principal causa de este problema, y se calcula que existen hasta unos 500 medicamentos capaces de provocar alteraciones en las glándulas salivares debido a que aumentan, reducen o alteran la composición de la saliva. En esta lista se incluyen ciertos medicamentos contra la depresión, para controlar la tensión arterial, antiinflamatorios, fármacos para la alergia, relajantes musculares o antiasmáticos.
También ciertos quimioterápicos son capaces de provocar alteraciones transitorias en el flujo salival y hasta el 40% de los pacientes con cáncer se queja de este efecto secundario. Asimismo, la radioterapia que se emplea para tratar tumores en la zona de cabeza y cuello afecta a las glándulas salivares, provocando una disminución del flujo.
Además, algunos trastornos autoinmunes (como el síndrome de Sjögren o el lupus eritomatoso), enfermedades sistémicas como la diabetes o la artritis, y ciertas patologías psiquiátricas (ansiedad, depresión, anorexia nerviosa...) también se han relacionado con la aparición de este problema.
Fuente : elmundo.es
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